Cuidados básicos para un pecho bonito

El pecho es una de las partes de nuestro cuerpo por las que más nos preocupamos, médicamente y estéticamente, y es que el pecho es uno de los grandes atractivos del cuerpo femenino. Pero con los años podemos ver como el pecho se va deteriorando, y es que al igual que otras partes de nuestro cuerpo, al pecho también tenemos que dedicarle su tiempo para poder mantenerlo firme y sexy.

En general pensamos que tener un pecho bonito sólo depende de la edad, y que con los años irá empeorando y no podremos hacer nada. Pero esto no es así, ya que depende en gran parte también de nosotras. Existen diferentes factores externos a la edad que pueden hacer que el pecho se conserve joven por más tiempo o que envejezca más rápido.

Algunos de estos factores son:

• El ejercicio físico.
• La dieta.
• Hidratación de la piel.
• Utilizar el sujetador adecuado.
• Caminar u sentarse con la espalda recta .
• Autoexploración.

Todos los factores mencionados contribuyen al estado del pecho, y si seguimos unos ciertos pasos podremos mejorarlo de manera muy evidente. La realización de ejercicio es básica. Ya sabemos que debemos realizarlo también por otros motivos de salud, pero ahora cada vez que realices ejercicio sabrás que también estás ayudando a conservar el estado de tu pecho, por lo que una motivación más para ponerse con el ejercicio.

La dieta y la hidratación diaria a base de agua es fundamental. La dieta debe ser saludable, variada y equilibrada. Se recomienda una ingesta abundante de frutas, verduras y fibra. Además beber 2 litros de agua al día previene la aparición de la estrías en el pecho y en el resto del cuerpo. Otra manera de hidratar la piel es también con las cremas hidratantes. Es aconsejable aplicarla desde el pecho hasta el cuello y los hombros, al menos dos veces al día, preferiblemente después del baño.

Otro consejo a seguir son los baños de agua fría o los masajes con hielo. A pesar de los escalofríos que podamos sentir, se trata de un método muy aconsejado para revitalizar la piel, ya que el agua caliente relaja los tejidos.