El problema de los pezones invertidos no es conocido por todas las mujeres debido a que se da en una minoría de mujeres. Tener los pezones invertidos puede afectar en la calidad de vida de una mujer y en su autoestima. Existen algunas soluciones por lo que sí afecta de manera negativa a la mujer hay que acudir a por información.
Un pezón normal mide 1 cm de largo y 1 cm de diámetro aproximadamente. Está localizado en el cuarto espacio intercostal, mirando ligeramente hacia afuera. La areola mide unos 3 cm de diámetro. De todos modos existen pezones muy diferentes. Pueden encontrarse de los siguientes tipos: Prominente, pediculado (más delgado en su área de implantación), aplanado (menor a 1 cm de largo, casi sin sobresalir del resto de la mama) e invertido.
Las causas de los pezones invertidos pueden ser dos. Una es la causa congénita, por la cual se tienen los pezones invertidos físicamente desde nacimiento. La otra es que se adquiere el pezón invertido por enfermedades (mastitis, cáncer de mama, cirugía, etc..).
El problema de los pezones invertidos suele ser que puede afectar a la mujer en dos sentidos. Uno es psicológicamente, ya que puede sentirse avergonzada de ellos y estos influirían en sus relaciones sexuales y personales. Por otro lado puede afectar negativamente a las mujeres que acaban de ser mamás, ya que los pezones invertidos suponen un problema a la hora de dar el pecho.
Existen soluciones como dispositivos que se colocan en los pechos para ir poco a poco sacando el pezón. Uno de estos dispositivos se llama Avent Niplette y es una manera discreta e indolora de solucionar el problema de los pezones invertidos. Este dispositivo se basa en el principio de la expansión de tejidos a través de su acción a largo plazo de succión de los conductos lactíferos. Los resultados se ven entre el primer y tercer mes de aplicación, y no hay problema al amamantar después de este tratamiento.
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