Dormir es una actividad fundamental que ocupa gran parte de nuestra vida. Durante el tiempo que estamos durmiendo se producen cambios en nuestro organismo necesarios para el buen funcionamiento. Es por esto que dormir bien es muy necesario, tanto como comer y beber.
Hay muchas personas con problemas de sueño que sufren las consecuencias en el día a día. El no dormir bien puede alterar el ritmo de vida de la persona y llegar a afectar a cualquier ámbito de su vida.
Para poder dormir bien, lo primero es reconocer que si se duerme bien se podrán resolver los problemas que tengamos de forma más tranquila y con salud. Por lo tanto hay que dejar los problemas de lado cuando intentamos dormir, y simplemente pensar que serán menos problema una vez que nos despertemos y veamos las cosas de otra manera.
Es bueno dejar apuntado las tareas o preocupaciones en la mesita de noche para el día siguiente. De esta manera podemos dormir tranquilos sabiendo que están ahí y podremos verlas y recordarlas nada más levantarnos.
Pero por otro lado no es bueno obsesionarse con dormir. SI pasado un rato en la cama no eres capaz de dormir, lo mejor es levantarse y hacer alguna cosa tranquila, hasta que empieces a notar el sueño. Esto se debe hacer también si te levantas de madrugada. Acostarnos siempre a la misma hora incluso los fines de semana ayuda mucho a no tener problemas de sueño.
Se recomienda no dormir siesta si eres una persona propensa a tener problemas para dormir. Si sientes que la necesitas, que no sea mayor de 30 minutos. Además no se debe tomar café, alcohol u otros estimulantes como el chocolate o las bebidas que contengan cafeína. El tabaco tampoco se aconseja ya que puede producir insomnio.
Se recomienda cenar de manera ligera, y un vaso de leche o una infusión caliente poco antes de ir a la cama puede ayudar.
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