Tenemos muy claro que la arruga o línea de expresión muestra el deterioro de la piel. Pero hay que tener también presente que las manchas son uno de los primeros síntomas de deterioro de la piel. Una sobrecarga de pigmentación o un aumento de la melanina son un signo evidente de envejecimiento y de que nuestra epidermis o dermis necesita ayuda.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, constituye un sistema de memoria y, por ello, debemos tener especial cuidado y mimo. Largas exposiciones al sol, los medicamentos, la edad o el embarazo, son posibles causas de una hiperpigmentación.
Las personas con pieles sensibles y manchas suelen encontrar mucho más difícil aclarar la piel. No suele haber ningún buen remedio que cumpla ese objetivo. Existen muchos productos recomendados para estas pieles, pero siempre hay que guiarse por un especialista para poder elegir el adecuado en cada caso. Este tipo de tratamiento suele prevenir cualquier nueva pigmentación protegiendo la piel de la radiación solar de manera rigurosa con un factor de protección muy alto y de amplio espectro.
El factor de protección es vital en este tipo de cremas, ya que es el sol en mucho de los casos el que deteriora la piel y crea esas manchas. Cuando nos exponemos al sol, los melanocitos aumentan la producción de pigmento para darnos este tono de piel bronceado tan deseado. Una exposición prolongada sin la protección adecuada provoca un aumento de los radicales libres que a su vez estimulan aún más la producción de melanina.
Con el envejecimiento, los radicales libres estimulan también la producción de melanina y la regeneración celular se ralentiza dando lugar a la aparición de estas manchas oscuras pigmentarias. Al aumentar la concentración de melanina deja de distribuirse de forma uniforme, provocando así la aparición de manchas oscuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario